
Don Gregorio caminó toda su vida por las calles empedradas de Cusco. Nunca se quejó, pero cada paso le dolía más. “Será la edad”, pensaba. Hasta que un día, su nieto le dijo:
“Abuelo, ¿por qué caminas como si cargaras piedras?”
Así llegó a Podología Alarcón.
Ese día no solo alivió su dolor. Ese día comenzó a disfrutar de nuevo sus caminatas por San Blas, sus paseos por Sacsayhuamán, y hasta volvió a bailar en el aniversario del barrio.
En Podología Alarcón, no solo tratamos callos, hongos o juanetes.
Tratamos personas.
Escuchamos pies cansados.
Y devolvemos historias que merecen seguir caminando.
Atención especializada, con equipos modernos y trato humano. Porque tus pies sostienen todo lo que eres.
Estamos en Cusco, listos para ayudarte a dar ese primer paso… sin dolor.
Reserva tu cita ahora y camina diferente.